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El Barranco de Aduares
En esta ocasiòn voy a tratar de recordar lo mas fielmente posible, como percibì yò la catàstrofe que en el año de 1957, Enero 17 para ser mas exactos, muy de mañana, sucediò en El Llanito, cuando desde la cumbre, junto con àrboles, piedras y lodo, se desbordò el barranco, el cual seguramente, como siempre sucede con la naturaleza y aunque nadie tuviera conocimiento de èllo, lo ùnico que hizo fue recuperar su terreno.
Regresarè unos años atràs, pues en lo que luego se convirtiò en una ancha explanada, habìa una fuente de la cual se surtìan la mayorìa de los vecinos, que no tenìan agua corriente en su casa, llevàndola a veces desde y hasta bastante lejos, en baldes que cargaban a la cabeza , previa la colocaciòn sobre ella de la llamada ´´rodilla´´ -sabrà Dios porquè - y que no era otra cosa mas que un trapo enrrollado en forma de redondel -costumbre muy arraigada en lugares campesinos de diferentes paìses- y que amortiguaba el peso del càntaro. Sobra decir por supuesto, que este era trabajo para las mujeres y los niños. La mayorìa de la gente tenìa un aljibe en su casa (otras no), que se surtìa exclusivamente de agua de lluvia, pero aùn a èllas en tiempos de sequìa, no les quedaba otro remedio que ir hasta la fuente. La Fuente ( nunca tuvo nombre propio que yò sepa), era lugar de reuniòn y de chisme de las vecinas que hacìan cola para llenar sus baldes........Es màs, hasta hay una anècdota que contaba una muchacha de la zona. Un sàbado, habìendose acostado a dormir con el pendiente de ir a traer agua, pues tenìa que hacer limpieza en su casa, se levantò sonàmbula y ..¡oh que susto !... se despertò , como a las dos de la mañana, cuando al abrir la llave, el agua mojò sus manos...¡Estaba en la fuente !. Caminò como diez minutos dormida...bueno, asi lo contaba èlla.....yò no lo inventè.
Bièn, ese dìa bièn temprano fuì a la parada de la ´´guagua´´, frente a la tienda de Don Anselmo, ya que iba al Instituto en Sta. Cruz de La Palma, pero el camiòn no llegò. Alguien avisò que se habìan caìdo unos eucaliptos quedando atravesados en la carretera, a la altura de Las Ledas, y que tardarìa horas en poder pasar. Regresè a mi casa.
La lluvia era tan fuerte que toda la familia se encontraba reunida, sin haber podido salir. La casa - eso nos salvò- estaba en un pequeño alto, una media colinita, desde donde se divisaban las ubicadas, precisamente, a los lados del barranco y no crean que casas precarias, no, casas bien construìdas, pues no se tenìa memoria de ningùn desastre provocado por desbordes de agua en esa zona. Mas abajo, el puente de la carretera por la cual iba yo a la escuela.
Me asomè a una ventana que veìa precisamente hacia esas casas y a la carretera, esperando que dejara de llover, pues pensaba que al hacerlo, el camiòn pasarìa y podrìa ir a mis clases. En ese momento, escuchè el mas espantoso ruido que imaginarse pueda y vì, como una enorme, gigantesca montaña, negra, negra, venìa rodando ladera abajo (todo esto medio borroso debido a la lluvia torrencial y una neblina poco usual)... y Gritè..¡¡ papà, papà, ven a ver !!...vinieron todos. Cuando aquèlla cosa espantosa se calmò, nos percatamos, con horror, que no habìa una sola casa frente a nuestros ojos...y tampoco el puente. Esto sucediò en cuestiòn de minutos, de segundos tal vez. Quedamos en estado de shock. Como la mente vuela en formas por demàs incomprensibles , me preguntaba continuamente...y si hubiera ido a la escuela..¿como me reunirìa de nuevo con mi familia?
Se contabilizaron 28 muertos, pues los desaparecidos, asi quedaron. Familias completas en algùnos casos y en otras, historias de terror, como el joven que iba siendo arrastrado por la corriente con una de sus hermanitas fuertemente agarrada del brazo, y de pronto, una rama o quizas una piedra, se la arrancò de las manos y jamàs la volviò a ver. Todos personas conocidas. Todos buenos vecinos.
EL TERREMOTO DE CARACAS
Venezuela ha sido un paìs acosado por grandes terremotos y temblores, a travès de toda su geografìa y desde hace siglos. De hecho se reporta el gran terremoto que ocasiònò la destrucciòn de Caracas en 1812, con alrededor de 15 a 20.000 muertos y que atravesò pràcticamente el paìs entero, pues no solo acabò con la capital y sus alrededores, sino que pasò por San Felipe en Yaracuy y se sintiò hasta Mèrida, en Los Andes, dejando en su recorrido, muerte y destrucciòn.
El que a mi me tocò vivir se circunscribiò primordialmente a Caracas y zonas cercanas y fue en Julio de 1967. Bastante fuerte, 6.5 grados Richter, con duraciòn de aprox. 55 segundos y las posteriores rèplicas. Era viernes, como a las 8 de la noche. Estaba recostada viendo televisiòn y mi hija mayor, muy pequeñita, durmiendo a mi lado en su cuna.No eran sorpresa para mi los temblores, no solo por los que habìa sentido de niña, sino porque en Caracas esto pasa con cierta frecuencia, levemente casi siempre, pero tiembla.
Vivìa en la urbanizaciòn San Bernardino, en un edificio pequeño -por fortuna-y en el 2do. piso. Mi reacciòn fuè levantarme silenciosamente, tomar a mi niña en los brazos y bajar corriendo...no dije ni una palabra. Al llegar a la acera - ya habìa otras personas -me sentè y fue en ese momento cuando me puse a llorar, cuando me diò miedo, creo que mas que nada por mi bebè. Comenzò de inmediato una lluvia muy fuerte, que durò casi toda la noche, la cual pasamos dentro del coche de un vecino, con su esposa y sus hijos.
Al otro dìa nos atrevimos a entrar a nuestras casas y comenzar a recorrer, en la medida de lo posible, algùnas calles, pues no habìa transporte, tampoco telèfono, pero si habìa luz y agua, por lo menos en las urbanizaciones menos afectadas, asi que a travès de la televisiòn se empezaron a dar los primeros reportes de daños. La cifra oficial de muertos fue de 240, pero como siempre sucede, las personas decìan que màs. Un edificio casi nuevo, en una zona residencial se cayò, como un pastel cuando se abre el horno de repente, asi, del ùltimo piso al sòtano, uno sobre otro. Era alto y de apartamentos familiares. Aunque hubo otros edificios fracturados, mucho desastre, recuerdo este caso particularmente pues se dijo que se cometiò un error al construirlo y que el peso de los pisos de abajo, lo habìan puesto a los de arriba. En fin, cierto o no, si puedo decir que esta enorme desgracia sirviò muchìsimo en Venezuela, pues hoy està considerada Caracas, como una de las ciudades mejor construìdas en lo que se refiere a prevenciòn de desastres de este tipo. Y si, ha temblado otras veces, no tan fuerte tal vez, pero los edificios y construcciones posteriores a esa fecha, han resistido perfectamente. Es bueno eso de aprender de los errores, si señor.