ESTE EXTRAÑO MUNDO
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Nadie sabe hasta ahora porquè, el turista japonés Hiroshi Nohara, un ex trabajador de la limpieza de 40 años que llegó a México hace 75 días, ha convertido la mesa de un restaurante del aeropuerto de la capital en su nueva casa, sorprendiendo a la opinión pública local y sin que queden claros los motivos de su extraña decisión.
Ha sido entrevistado por la televisiòn (lo cual no le agrada mucho), que proporcionò un interprete , y solo dice que se siente "seguro" en al área internacional del aeropuerto. Allì duerme en una silla, se alimenta primordialmente con hamburguesas y cafè que le regalan (aunque èl tiene dinero), y de vez en cuando conversa en su mal inglès con empleados y otros pasajeros.
Dice haber visto la pelìcula de TOM HANKS, La Terminal, pero refiere que su decisiòn nada tiene que ver con el filme, ni se ha inspirado en el personaje.
Según las personas que han conversado con él, Nohara se encuentra solo en México y no tiene ningún familiar ni conocido, aunque está contento con el trato que le han dispensado los mexicanos y ha dicho que no tiene ninguna prisa por regresar a su país. Le manifestò a una pasajera con la que hablò, que su intenciòn era llegar a Brasil donde se encuentra su novia. Perdiò su pasaporte, ya repuesto por su Embajada, sin embargo, no ha sabido dar una explicaciòn clara porquè cambiò radicalmente sus planes.
Dice haber estado ahorrando cinco meses de su salario para poder hacer este viaje, por lo que es difìcil explicarse a que se debe su actitud. Como sus documentos estan en regla, no se le puede "obligar" a salir del paìs, pues llegò el 2 de septiembre, con visado de turista por 180 dìas . El nuevo "inquilino" del aeropuerto también cuenta con el billete abierto de regreso a su país en la ruta México-San Francisco-Tokio.
Es un hombre afable, que sonriè continuamente. Las autoridades migratorias mexicanas dicen que Nohara no ha cometido ningún delito y que sus papeles de ingreso se encuentran en regla por lo que no pueden detenerlo por el hecho de encontrarse en el aeropuerto capitalino.
Las personas de su embajada le han ofrecido dinero, hotel, pasaje, pero èl ha respondido que de momento no necesita nada...igualmente dicen que no existe un motivo legal para obligarlo a abandonar las instalaciones del aeropuerto, mientras su visa estè vigente. Incluso informaron que tampoco se ha sabido de algùn impedimento por el que no quiera regresar a su pais...Solo le han recomendado que evite molestar a las personas que se encuentren en la terminal aèrea, y que procure mejorar su aspecto, pues al parecer hace varios días que no se ducha.
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